Con gran destreza dio unos cuantos trazos
aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el
cuadro había cambiado notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus
propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime. Casi con
reverencia le dijo al maestro:¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.
Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles.
Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.
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